Primero, todo hermoso, ¿después?
Bueno, hoy voy a escribir de algo que me parece sumamente importante, sobretodo para los nuevos Au Pairs. No es que mi objetivo es tirarlas para abajo, para nada; o decir que todas las familias son así. Para nada tampoco. Pero sí es que se fijen, que lo piensen, que no digan que sí a una familia rápido (acá hablé sobre éso y estaría bueno que lo lean bien y se lo graben, porque es de las cosas más importantes en ésto de ser Au Pair).
En mis 4 meses como Au Pair (que parece poco, pero a la vez es un MONTÓN de tiempo en el que aprendí muchísimo), conocí más que nada a dos Au Pairs, una chica en Francia y otra, también, en Inglaterra. Yo llegué antes que ellas dos a Europa y ya tenía un poco mi experiencia formada y había visto como eran las cosas, pero aún así me contaron cómo era su familia y me di cuenta de mucho más.
Normalmente al principio, obvio, te lo pintan hermoso. Primero, por Skype son un amor de persona normalmente. Te dicen lo que vas a hacer, que cómo vas a trabajar de más sin que te paguemos horas extra, que no tenés que hacer nada de la casa, que los chicos son preciosos y la reencarnación de Jesús... Ustedes entienden. Los primeros días también son muy buenos, obvio. Nos llevan a pasear, nos esperan con regalos (en mi caso fue un ramo de flores, una salida a un parque de diversiones y una malla para ir a nadar con ellos), etc. etc. que hacen que te sientas el ser humano más afortunado del mundo.
Pero claro. No es así. Normalmente a la segunda semana ya muestran lo que es realmente la convivencia, los hijos en realidad parecen sacados de una película de terror, te hacen trabajar mil horas de más y si vos no le decís, no te dan un peso/libra/euro/dólar de más (éste no es mi caso particular, toda hora extra que hago, me la pagan, pero a otros Au Pairs no), te hacen limpiar toda la casa (¿no era que no tenía que hacer nada?), en TUS tiempos LIBRES esperan que aún así te hagas cargo de sus hijos (¿y pagarte de más? Menos que menos), y bueno, ya saben cómo sigue la cosa.
No todo es color de rosa. Aunque no todo es negro, tampoco. Hay cosas que no pasan, como por ejemplo, a mí siempre me pagaron toda hora extra que hice. Pero hay cosas que me pasan también, que pueden ser injustas, terribles, feas, que no tiene nada que ver con lo que nos dijeron que iba a ser. Pero claro, todo cambia cuando llega el momento de estar acá. Y claro, nos deja en una posición que nos da cosa decirle a la familia porque, claro, estamos viviendo con ellos. Si sale algo mal, los únicos que nos jodemos somos nosotros, porque nosotros somos los que vamos a sufrir la convivencia con la familia y peor si no se resuelve el conflicto, o nos tenemos que conformar con lo que tenemos, porque ya está, ya abrimos la boca y arruinamos todo. Y más lo que sería si vamos a re-match, que es cuando ya está totalmente podrido todo y aún así tenemos que quedarnos en esa casa esperando a que aparezca otra familia del cielo y poder irnos. Yo, en mi caso, a menos que sea con amigos y demás, no me quejo ni digo nada por ésta razón. Además de que sé que no va a cambiar y sólo me quedan 3 meses acá, así que tampoco es algo súper grave que no aguante más y quiera tirarme del London Bridge mañana (bueno, hay momentos que sí, pero no importa, no son tantos).
En fin, sólo para que lo sepan. Normalmente por Skype y demás es todo lindo y después te das cuenta de las cosas cuando estás acá. Obviamente si la cosa va demasiado mal, andate a re-match y listo, tampoco vas a estar acá meses y bancándote cosas horribles solamente por estar acá. VAS A SEGUIR estando acá, pero solamente con otra familia que puede hacerte las cosas más fáciles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario