Fin de semana londinense

   El sábado iba a juntarme con un pibe de Argentina. Tuve que ir a Londres en un micro porque los trenes no andaban, así que dije "bueno, me quedo en Londres toda la noche porque van a dejar de salir". Resulta que el chico en cuestión no me contestó en todo el día. No sabía qué hacer, porque estaba sola en Londres, sin demasiada plata, y sin tener idea de dónde hospedarme.

Fui a un hostel que tenía pinta de ser genial. Lo era, hermoso. 34 libras, re barato para lo que era. ¿Qué pasa? A pesar de pagar con cash, tenía que tener sí o sí una tarjeta de crédito. Mierda mierda mierda. No tenía. Fui a otro hostel, a vuelta de éste. ¡Me querían cobrar 99 libras (u 80) por una noche! No gracias, prefiero dormir en Elephant & Castle (la estación de subte cercana a mí).

  Cuestión que le pregunto a un hombre dónde mierda había otro hostel y el señor no sabía porque recién había llegado. A todo ésto, alguien me escuchó y me preguntó por el otro hostel. Le pregunté si hablaba español y me dijo que sí. ¡Sí! ¡Tenía a alguien para hablar español! Y tuve la brillante idea de preguntarle si tenía tarjeta de crédito. Dijo que sí y fuimos a anotarnos en el hostel. Después de algunos cigarros, hablar mucho de nosotros para conocernos mejor y una caminata donde empezó a llover, decidimos volver al hostel. Fuimos para el bar, comimos, tomamos algo y el barman resulta que hablaba español también. Todos de américa latina (en realidad, el hostel estaba lleno de latinoamericanos). Después de muchos vodkas, cervezas, charlas, bromas y decir "mierda, qué copados que son", esperamos que Andrés (el barman) terminara su turno y nos fuimos afuera por otros cigarros, una cerveza más cada uno y terminamos tomando ron con coca en un McDonald's de Londres.

   Claro que nos pasamos los números y decidimos juntarnos de vez en cuando en Londres. Y dijimos que íbamos a ir a ver no me acuerdo qué películas al cine, así que más nos vale que vayamos (?).

   Sí, fue un muy buen fin de semana.