sábado, 18 de julio de 2015

Ésto de crecer...

 Auspiciado por David Tennant


  Cuando vivía en Buenos Aires no era una persona responsable. Tengo que admitirlo. No empecé ni una sola carrera de todas las que quería, pero siempre decía "cuando sea *inserte titulo random aqui*..." y nunca llegaba a nada, porque ni siquiera empezaba a estudiar. Cada vez que decía esas cosas, mientras sólo estaba fumando en mi casa, trabajando con mi vieja y sin hacer nada de la vida, básicamente la reacción de todo el mundo era ésta:

  Pero claro, me tuve que dar cuenta a la fuerza que "crecer" no era vivir en lo de mi hermano, acostarme con mi novio, trabajar con mi vieja y decir "voy a ser ésto", pero nunca empezar una carrera y ni siquiera saber de qué se trataba o si realmente me gustaba a o no. Y salir con quienes quería y hacer lo que quisiera pero sin hacer "nada" realmente.
¿Qué? ¿Crecer no era éso?

   Me tuve que dar cuenta acá en Inglaterra, que estoy sola. Sí, bueno, en Argentina no, pero sí tengo que hacerme la idea de que estoy sola. Que nadie me va a ayudar, que tengo que superarme a mí misma y que mami no va a estar siempre para solucionarme los problemas. Ni mi hermano. Ni mi novio. Ni nadie. Tengo que depender sólo de mí misma. De nadie más. Porque, al terminar el día, siempre estamos solos y para "triunfar", tenemos que hacerlo por nuestros propios medios.


  Al principio, fue doloroso. No quería enfrentarme con la realidad porque no soportaba la idea de que todo lo que pensé toda mi vida estaba mal, errado, como quieran decirle. Estaba negada. No podía ser que todo éso era una mentira que yo misma me había metido en la cabeza. Me enojé con todos, conmigo misma, con el mundo, porque claro, ¿cómo podía ser que pasara éso? No, no, no, yo no me había equivocado. ¡El mundo estaba equivocado, no yo!

  Después de un tiempo (y un par de discusiones con Novio) empecé a pensar con mejor claridad. Me llevó más o menos casi 20 años, pero finalmente pensé. Supongo que es difícil tener que crecer de golpe, o darte cuenta de muchas cosas a la vez que hacen que tengas un quilombo en la cabeza enorme y ya no sabés qué pensar, qué decir, qué sentir. Básicamente tenés todo un remolino de cosas en la mente que no te deja ni dormir y sólo querés llorar y desconectarte de la vida dos segundos.

  Y después, finalmente, me di cuenta que estoy bien. Que voy a seguir estando bien y que simplemente tengo que ver la vida con otra perspectiva. Sí, es díficil, pero yo soy buena amoldándome a las cosas, al menos a algunas. Y ahora puedo estar en paz, bastante tranquila, y bastante contenta con todos los proyectos nuevos que tengo. Decidí que voy a seguir en lo que soy buena y me gusta. Si me gusta algo y soy buena para hacerlo, ¿por qué no seguir con éso? El problema que tengo es que me comparo con gente. "Este mirá todo lo que hace", claro, porque tiene 45 años. Obvio que va a ser un groso porque tiene 45 años. Yo ni siquiera tengo 20. Tengo que dejar de compararme con los demás, sobretodo con gente que me lleva más de 20 años, y hacer mi propio camino. Mi propia vida y hacer lo que a mí me gusta y a mí me hace feliz. Si puedo compartirlo con alguien, mejor, sino, no me importa. Y además, cuando tengo ganas, puedo lograr todo lo que me proponga.

  Y ahora todo está bien. Tengo muchos proyectos para hacer; de algunos voy a escribir el... martes, si es posible porque quiero acompañarlo con fotos. Pero la verdad estoy mucho más calmada, mucho más madura, y todo ésto lo logré en sólo dos meses y medio de estar sola. Así que bueno, vamos bien.



  Y antes de terminar el post, le quiero dar las gracias a David Tennant, por ser tan... él.

1 comentario:

  1. No sabes lo bien y lo motivacional que fue leer esto para mi, gracias flor :)

    ResponderEliminar